SIEMPRE EMPEZANDO

                                                    EL TAO QUE NOS DOMINA



Sólo se sitúa detrás del perímetro; distancia áurea,
Intransigente milímetro que nos abisma entre el ser y el no ser,
Falaz promesa de salvación:
Galimatías numérico,
Vulgar cesión,
Ostracismo involuntario de los fuertes,
Armazón de arena molida,
Historia vacía contra la que se forcejea,
Necrología del la vida.

Detesta en él lo que en ti evitas,
Estafador arcano,
Silencioso depredador.

Laicismo inesperado,
Diplomacia electa.

Neologismo de la muerte, ríete, desterrado dentro,
Alaba y esconde, adora lo que incapaz es.
Doloso conocimiento, torpeza absurda le espera.
Ausente divagación, sabedor de que no será y nunca es.   




En los países de la Misería

El sol del atardecer marca los perfiles de la pobreza;





El vapor tibio de los restaurantes  inunda de olores el bullicio de las calles,
los vagabundos de barba negra y ojos hundidos tienden su mano a nuestro paso,
sus miradas melancólicas evocan el eco de una vida fracasada,
perdida en la inmundicia de un país que no deja hueco para los desheredados.
Mi compañera atravesada por la oscuridad de esos ojos insondables, deja caer con tristeza el sonido de unas leves monedas que como plumas llegan a la palma de su mano oscura y temblorosa; entonces una voz sabia nos mira y dice:

SALAM ALEIKUM